Leo en El País que la pérdida de días de libre ubicación, que en algunas administraciones se conocen como moscosos, provocará la pérdida de empleos. "Rajoy también anunció una reducción de los seis días libres que disfrutan los funcionarios, aunque sin especificar su cuantía. Si esto es así, significa que el número de contratados temporales deberá disminuir." La lógica de la periodista que firma la noticia se me escapa: como los funcionarios tienen que trabajar seis días más, se necesitarán menos empleados públicos.
Vamos a ver, señora Lucio, los moscosos son días que los funcionarios toman sueltos a mitad de año: un día para realizar un viaje, para arreglar papeleo, para visitar a un familiar, también para adelantar o alargar un día las vacaciones. En ocasiones, tienen necesidad de tomarse ese día: a partir de ahora lo que harán será pasarse por el médico para pedir un justificante; no sólo Felix Krull sabe describir síntomas imaginarios. Ah, señora Lucio, casi se me olvidaba: muchos funcionarios no tienen moscosos; no los tienen, por ejemplo, maestros y profesores.
Por cierto, el artículo en realidad se refiere al ajuste justo que realizó la Junta al sueldo de sus funcionarios: en vez de eliminar una paga extra, iba a quitar la mitad de los complementos de las dos. El problema ahora es que Rajoy ha eliminado totalmente la paga extra de diciembre. La Junta había decidido prorratear a partir de la próxima paga la parte de la extra de verano: ahora deberá prorratear la de diciembre.
En fin, el portavoz del Gobierno andaluz estará contento: hoy, los funcionarios andaluces se concentrarán a las puertas de las subdelegaciones del Gobierno central.
