jueves, 12 de julio de 2012

La juez Alaya no es humana



Interior del juzgado de Sevilla. Las paredes, llenas de desconchones. La juez Alaya, Daniel Rivera (ex director general de Trabajo), abogados, secretarios judiciales. Varios himenópteros revolotean por la sala. Una antigua fotografía del rey, un tanto descolorida, cuelga de la pared; los que, aburridos por el interrogatorio, se paran a contemplarla piensan con nostalgia en los años 80, cuando todo era tan distinto. Los aparatos de aire acondicionado funcionan a pleno rendimiento, de manera que no se notan los 35º de la calle. Algunos de los presentes están distraídos: ya piensan en la cerveza de mediodía. La juez acaba de reconvenir al imputado.

RIVERA: El personal de IDEA puede equivocarse porque son humanos, como yo puedo equivocarme y usted también.

ALAYA: A mí no me meta en medio.

RIVERA: Pues IDEA puede equivocarse, como yo puedo equivocarme.