martes, 31 de julio de 2012

No tenemos ningún problema de equilibrio de deuda



A veces me dan ganas de adoptar la actitud de ese juez del cuento árabe, que leí en una recopilación de Carrière: daba la razón a todo el mundo, incluso a aquel funcionario del juzgado que le decía que no podía estar de acuerdo al mismo tiempo con el acusado y el denunciante.

-Tú también tienes razón -le decía.

Ayer, Griñán fue a ver a Rajoy. Estuve viendo la rueda de prensa que dio en la Moncloa, al menos hasta que llegaron las una de la tarde y 24h decidió que era más importante el boletín horario que escuchar al presidente de una región. Nuestro querido presidente dijo que "las comunidades autónomas son parte de la solución, no el problema". Más adelante señaló que "la deuda por habitante de Andalucía es la mitad de la media de las comunidades autónomas; no tenemos ningún problema de equilibrio de deuda". La Junta, pensé, no tiene un problema de deuda.

Al mismo tiempo, en Sevilla, los representantes de las Escuelas Infantiles andaluzas se manifestaban delante de la consejería de Educación. Aunque la Junta iba a abonarles algunos meses atrasados, la directora general les avisó de que "en septiembre iban a intentar que estuvieran los pagos regularizados, pero que no había seguridad ninguna". Hay un "problema de liquidez de hacienda de la Junta". La Junta, pensé, no puede pagar sus deudas, no las paga.

Así pues, ¿pasa la Junta por dificultades de deuda? No, desde luego que no, siempre que no pague, que no se vea obligada a pagar a proveedores o servicios.

Por cierto, el otro día una televisión nacional (adivinad cuál) hizo un reportaje sobre los impagos de la Generalidad valenciana: se debían 250.000 euros a un centro de autistas. Padres y educadores estaban preocupados por las consecuencias negativas para los niños si el centro cerraba. Una lástima. Desde luego, a esa televisión nacional no le preocupan los 35 millones de euros que la Junta debe a las organizaciones que se ocupan de los discapacitados psíquicos andaluces: una deuda 140 veces mayor. Griñán, en el Parlamento, tuvo una respuesta genial cuando se le reprochó que no pagara a estas asociaciones: "Entre retrasar un pago y quitar ayudas, prefiero retrasar el pago". Vamos, que ya mismo dirá que entre despedir a un empleado público y no pagarle prefiere no pagarle.