Hubo una época en la que pensé que Andalucía tenía una ceca en los sótanos del Palacio de San Telmo: eso explicaba que gastara y gastara sin límite y no pareciera sufrir las dificultades de otras comunidades. Subvenciones inagotables, libros de texto gratis, ordenadores, cooperación internacional, generosas prejubilaciones, tranvías, museos, suplementos salariales a los altos cargos, cientos de coches oficiales, miles de teléfonos. Sí, era cierto que la Junta quiso en mayo bajar el sueldo de sus funcionarios, pero muchos entendieron que era una venganza porque se habían puesto muy pesados con la ley de reordinación de la administración andaluza, que ellos, pérfidamente, llamaban ley del enchufismo.
Hace unos días, el PP denunció que la Junta había gastado 230.000 al día, ¡¡¡230.000 euros al día!!!, en cooperación internacional desde 2007 (aquí, la noticia en El Mundo). La inefable Díaz respondió que no es que se hubieran gastado más de 400 millones de euros, sino que la cooperación iba a seguir. En febrero, un informe de Cáritas señalaba que el 30 % de los andaluces vivía por debajo del umbral de la pobreza: sí, pero los paraguayos y los panameños son más pobres. Esto se acaba pareciendo a esa política cubana de enviar médicos a... Estados Unidos.
Ayer, Valencia pidió el rescate o, por ser más exactos, se acogió al fondo de liquidez autonómica. En El Confidencial se dice que Cataluña va a hacer lo mismo en los próximos días. ¿Y Andalucía?
Esta semana, Griñán, Vázquez, Pastrana, no sé si el portavoz de FACUA, han denunciado que el gobierno central no permite financiarse a Andalucía. PSOE e IU han convocado un pleno del Parlamento de Andalucía para criticar al gobierno de Madrid; se han negado a discutir la financiación de Andalucía, que es lo que se atrevió a pedir el PP. Los problemas de Andalucía, evidentemente, están causados por el gobierno central, que no cumple sus compromisos de financiación, que ahoga a Andalucía.
Mar Moreno ha dicho que este año se va a suspender la entrega de los ordenadores a los alumnos andaluces de 5º y que no se van a renovar los libros de texto, como estaba previsto (aquí, la noticia en El País). En la ESO, el curso pasado hubo libros nuevos en 1º y 3º; a finales de curso se avisó de que no se renovarían los de 4º, pues había que esperar la decisión de Wert sobre este curso; ahora se deja en suspenso también la renovación del libro de 2º. ¿La culpa? Mar Moreno señala que el gobierno central ha dejado de aportar dinero. Desde luego, no se dice por ninguna parte que Andalucía es una de las pocas regiones en la que se entregan los ordenadores y los libros de texto son gratuitos. En la consejería de Educación ya ha habido otros recortes encubiertos: no se paga a las compañías contratadas para arreglar los ordenadores y desde principios de año se ha dejado de entregar dinero a los centros concertados.
Así, pues, yo estaba equivocado: Griñán no tiene una ceca. Como las otras autonomías, si nos pinchan, sangramos; si nos hacen cosquillas, reímos; nos calentamos en verano, incluso demasiado. Vamos, que no hay un duro. ¿Va a pedir dinero Griñán? Oh, no. Una de las condiciones es que debe rendir cuentas al ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y al final ha quedado claro que no, Andalucía no tiene una ceca, sino cuentas opacas, y no va a permitir que Montoro meta las narices.
Una humilde propuesta para Griñán: haga lo que hizo cuando a la juez Alaya se le fue la cabeza y comenzó a pedir papeles y papeles, actas, informes. Forme un gabinete de crisis y entregue a Montoro un conte bleu.
Impagos de la Junta
En un artículo que apareció anoche en ABC, se enumeran algunos de los impagos de la Junta:
- Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria: 277 millones.
- Impagos en obras públicas: 60 millones.
- Diversas partidas educativas: 51 millones.
- Ayudas al campo andaluz: 47 millones.
- Confederación Andaluza de Organizaciones pro Personas con Discapacidad: 44 millones.
- Empresas de formación: 40 millones.
- Escuelas infantiles de primer ciclo: 28 millones.
- Abogados de oficio: 10 millones.
Ah, sí, la Junta también tiene que pagar 12 millones por piratería informática. ¡Qué pérfidos son estos anglosajones! Francis Drake sí puede saquear Cádiz, pero nosotros no podemos piratear Windows.
