domingo, 23 de septiembre de 2012

La inocencia de los musulmanes



Empecé a ver La inocencia de los musulmanes pero no pude aguantar ni cinco minutos, ni dos minutos: es deleznable. Tengo cosas más importantes que hacer que perder el tiempo viendo tonterías de este tipo. Si en el guión apareciera una nave espacial de la que descendieran Buda, Ramsés II y el presidente Reagan discutiendo sobre el humor en De Quincey y tratando de explicárselo a Mahoma, la película habría sido más verosímil. Todo en ella es detestable. Si sus autores pertenecen a alguna secta religiosa, sólo me interesa saberlo para evitar a sus seguidores.

El problema es que algunos musulmanes sienten un odio por Occidente. Y sólo buscan modos de alimentarlo. Si no fuera esta película, sería cualquier otra cosa. ¿Por qué no los frescos de San Petronio? En la iglesia de San Petronio de Bolonia hay un fresco que representa a Mahoma martirizado en el Infierno, una pintura de otra época, en la que la tolerancia religiosa no se consideraba un valor. ¿También habría que arrancar ese ominoso dibujo? ¿O atacar las embajadas italianas?

Giovanni de Módena: Mahoma en el Infierno