¡¡Independència!! Una Cataluña independiente sería el tercer país más exportador del mundo: ahora mismo el 59 % del PIB procede de las exportaciones al exterior. Claro que el principal cliente es el Estado español, que seguramente iniciaría un artero boicot a los productos catalanes. En cualquier caso, el Cercle Català de Negocis, del que proceden todos estos datos, no prevé que ese boicot supere el 40 %. La marca Catalunya tiene mucho prestigio en el Estado español y, en el caso de que se produzca la independencia, los españoles van a seguir comprando productos Made in Catalonia. Ah, y la hacienda catalana va a seguir recaudando el IVA pagado en España. La Caixa podrá seguir teniendo siete de cada diez sucursales en el Estado español.
Una Cataluña independiente sería el tercer Estado con más PIB per cápita de Europa: pasaría de los 32.000 euros anuales, superando a Alemania. Cada catalán se ahorraría 2.900 euros que ahora se pierden en el sumidero español.
Por mucho que los españolistas digan otra cosa, una Cataluña independiente no debería asumir ninguna deuda del Estado español. ¿Asumió Nigeria la deuda británica cuando alcanzó la independencia? Una Cataluña independiente seguiría dentro de la Unión Europea (el territorio catalán forma parte de la Unión Europea), y su moneda seguiría siendo el euro.
En la Cataluña independiente, la educación sería bilingüe, en catalán e inglés, dos de las grandes lenguas de cultura del mundo. Barcelona sería una urbe más cosmopolita, uno de los focos culturales de Europa y del mundo.
En una Cataluña independiente ya no habría más crisis. Una Cataluña independiente sería un lugar más agradable para vivir, más lozano, más hermoso, más feliz. Catalunya seria un petit país, però un gran Estat.
