El otro día pensé que, si Rajoy fuera un vampiro, y le hubieran pillado en la Castellana cazando viandantes para beber su sangre, la noticia no aparecería en Intereconomía; si el vampiro fuera Zapatero, nada dirían en Televisión Española.
En los últimos meses, El País ha acosado incansablemente a la juez Alaya. No creo que Javier Martín-Arroyo, el periodista que firma los artículos, y la juez puedan verse uno a otro. Pero ahora, El País, por vez primera, añade más leña al caso de los ERE, leña que procede esta vez de la Audiencia Nacional. Se denuncian las comisiones cobradas por Juan Lanzas para asegurar que se realizaría un ERE en el hotel Cervantes. ¿Qué recorrido tenían los sobres? ¿Se quedaba Lanzas con todo? ¿Entregaba una parte a Guerrero? ¿Repartía Guerrero con sus conmilitones?
Por cierto, el periodista que firma el artículo sobre las comisiones recibidas por Juan Lanzas es Javier Martín-Arroyo.
