domingo, 4 de noviembre de 2012

Islandia, revolución bajo el volcán



Hace años que me enamoré de Islandia, cuando leí Viaje al centro de la Tierra. Más tarde me entusiasmó un libro sobre la colonización de la isla y de Groenlandia, El primer descubrimiento de América, que me animó a devorar la saga de Egill Skallagrímsson. Sin embargo, todo lo que sé de las sagas islandesas procede de Antiguas literaturas germánicas. Ahora Islandia, un país más grande que Andalucía pero con la mitad de la población de Jaén, se ha puesto de moda malgré elle. En 2008, la quiebra de tres bancos islandeses fue noticia internacional; en 2010, la erupción del Eyjafjallajökull, que cubrió de ceniza los cielos europeos.

El libro es al mismo tiempo un repaso breve de la historia de Islandia,  un libro de viajes y de entrevistas a personalidades islandesas. Moret se sirve de su cicerone nórdico, el entusiasta Einar. He disfrutado los diálogos con los escritores islandeses: Arnaldur Indriðason, Hallgrímur Helgason, Einar Már Guðmundsson. 



¿Y la kreppa? La quiebra de los bancos islandeses dejó un agujero de 4.000 millones de euros en los bolsillos de ahorradores europeos. Británicos y neerlandeses exigieron que fueran devueltos. Sin embargo, la depresión no parece haber hundido el país, como ha sucedido en España. Unos periodistas japoneses buscaron pobres en Reykiavik, pero no encontraron ninguno. No, su kreppa no es nuestra depresión.

Me gustaría leer el anterior libro de Moret, La isla secreta.


Althingi


Thingvellir
Proseguimos viaje hacia Thingvellir, un valle histórico que los islandeses consideran poco menos que sagrado y que siempre me sorprende por su gran belleza. Nos paramos unos instantes a rendir tributo a la memoria del primer Parlamento islandés mientras contemplábamos la falla que divide casi en dos la isla.

—Aquí es donde chocan la placa norteamericana con la euroasiática —señala Einar, demostrando que todo islandés es un geólogo en potencia—. Dicen que se ensancha unos centímetros cada año. De vez en cuando se abre en la falla un boquete y esto se llena de geólogos investigando, pero unos días después todo vuelve a la calma... por lo menos hasta el próximo boquete.

—Veo que es un lugar importante para los geólogos...

—No sólo para los geólogos —levantó el dedo Einar, reclamando atención—. Es un lugar de gran importancia geológica  cultural e histórica de Islandia. Piensa que el Althingi, el primer Parlamento islandés, se reunió aquí por primera vez en 930, según consta en El libro de los pobladores. Allí están documentadas las primeras cuatrocientas familias que se instalaron en Islandia. Y lo bueno del Althingi es que los parlamentarios continuaron reuniéndose aquí, sin necesidad de ningún rey, hasta 1789. ¡En este valle se encuentra la esencia de Islandia!

Laxness
Mi opinión ha sido siempre ésta: nunca, mientras vivas, tienes que rendirte, ni aunque te lo hayan robado todo. Si no tienes nada más, siempre podrás decir que es tuyo el aire que respiras.


Eyjafjallajökull

Eyjafjallajökull
El Eyjafjallajökull habría sido sólo un fenómeno local de no haber afectado a los vuelos. El viento sopló hacia el suroeste y, como la ceniza era muy fina, la llevó muy lejos, hacia el continente.

Los volcanes islandeses
En contra de lo que parece, los volcanes islandeses, vistos desde lejos, son mucho más peligrosos que vistos de cerca.



Erlendur
Erlendur es parte de la historia de Islandia. Él viene del campo y ve que este país ha cambiado mucho desde la Segunda Guerra Mundial. Ha pasado de ser una sociedad de agricultores muy sencilla a una sociedad high tech muy compleja, y sólo en dos generaciones. Erlendur se va a vivir a Reykiavik, pero siempre piensa en su juventud en el campo. No le gusta Reykiavik, ni le gusta la influencia de Estados Unidos. Se interesa más por las cosas de antes, por la lengua, por ejemplo.


Unnur Birna Vilhjálmsdóttir, Miss Mundo 2005


Islandia es un país imposible
¿Así que beben Coca-Cola en América? Pues nosotros beberemos más que ellos. Nos llevó sólo una década derrotar a los norteamericanos. Y ahora hasta comemos más hamburguesas que ellos. Y más pizzas que los italianos. Y bebemos más cafés con leche que ellos. Y tenemos más ordenadores per cápita que los japoneses. Y más teléfonos móviles que los finlandeses. Compramos más libros que los noruegos y utilizamos más internet que los de Hong Kong. Y tenemos más mujeres hermosas que los venezolanos. Así que tenemos más sexo que los franceses, y nuestras fiestas duran más que las de los españoles.

Pobres islandeses
Hace poco vino una televisión japonesa y pensaba filmar pobres durmiendo en la calle, y no encontraron nada de eso. ¿Sabe por qué? Pues porque aquí la gente no lo expresa, aunque por primera vez en muchos años hay unas cifras de paro importantes.