Como si fuéramos súbditos tontos, retrasados, Juan Carlos Borbón nos ha explicado en varias ocasiones que tenía que pasar por el taller. La metáfora ha sido del agrado de su hijo, que también la ha empleado. Podría escribir que, por muy necios que seamos, los súbditos españoles sabemos que, cuando se lleva el coche de manera regular al taller, hay que pensar en comprarse otro. Pero los Borbones me traen sin cuidado. Ceterum censeo delendam esse monarchiam... ad aeternum.
