domingo, 6 de mayo de 2012

El nuevo gobierno de la Junta



Estoy completamente de acuerdo con lo que decía Lázaro de Tormes citando a no sé quién, que todo libro encierra algo bueno. Yo añadiría que todo libro encierra algo divertido. Trotski, entonces exiliado en una isla del Mármara, escribió la Historia de la Revolución rusa mojando su pluma en vitriolo, como por otra parte hacía casi siempre. En este libro, resulta hilarante la descripción del gobierno de Kerenski. Trotski dedica páginas antológicas a cada uno de los ministros.

No sé por qué he recordado este libro cuando he visto la lista del nuevo gobierno de la Junta de Andalucía, que finalmente se dio a conocer ayer, después de que Griñán jurara su cargo. En realidad, no conozco demasiado a los nuevos consejeros. Sólo sé que es un gobierno espurio, un gobierno nacido para sabotear el BOE. Valderas quiere acabar su carrera política siendo consejero; su sustituto se prepara ya para explicar por qué la coalición PSOE-IU fue un error. La otrora todopoderosa Mar Moreno ha sido sustituida por Susana Díaz; Griñán valora en ella más la lealtad que el mérito, pero, como ocurre siempre, ella considera que el mérito es lo que la ha aupado al número tres de la Junta: el mérito de ser leal. Mar Moreno, que estaba llamada a sustituir a Chaves, continúa en la Junta; ahora tiene el importante empeño de continuar en Educación la política de Álvarez de la Chica: bajar artificialmente la tasa de fracaso escolar y controlar con mano férrea la dirección de los centros. Carmen Martínez Aguayo continúa en Hacienda porque tiene que aclarar cuál es el déficit andaluz: el 1,4 o el 3,2 %; quizá descubra que en Andalucía hay superávit. Luciano Alonso...

En fin, me gustaría que un Trotski futuro dedicara unas páginas a este gobierno que ahora apenas empieza, un gobierno que, como imaginaba Trotski, en realidad sólo había nacido para continuar con la política anterior. De momento, Andalucía continúa imparable su marcia per il fango.