¡Ah, qué momentos de placer pasé con el libro de Judt sobre la historia actual de Europa! Después devoré Algo va mal: si los del 15 de mayo hubieran leído ese libro y no el folletito de Hessel, lleno de lieux communs. Judt defiende el modelo social, económico y político que ha venido funcionando en Europa desde la última guerra, eliminando, eso sí, los abusos. Pero Judt ha muerto, casi nadie ha leído su libro y los neoliberales se empeñan en imponer su modelo de Estado.
Hoy mismo he encontrado un ejemplo que bien podría haber aparecido en el libro de Judt. Esperanza Aguirre entregó la construcción de varias carreteras madrileñas a empresas privadas. La M-45 costó 487 millones de euros y la Comunidad de Madrid se comprometió a pagar un canon anual por 30 años. Ha venido entregando 70 millones anuales a la concesionaria. ¿Cuánto acabará pagando por la carretera? ¿Esa es la eficacia de la que habla Aguirre?
Lo peor de la política ultraliberal de la presidenta de la Comunidad de Madrid es que algunos pueden sentirse tentados a justificar sus antípodas, el disparate gubernamental andaluz.
Algo va mal
El estilo materialista y egoísta de la vida contemporánea no es inherente a la condición humana. Gran parte de lo que hoy nos parece 'natural' data de la década de los 80: la obsesión por la creación de riqueza, el culto a la privatización y el sector privado, las crecientes diferencias entre ricos y pobres. Y, sobre todo, la retórica que los acompaña: una admiración acrítica por los mercados no regulados, el desprecio por el sector público, la ilusión del crecimiento infinito.
