lunes, 20 de mayo de 2013

¿También El Corte Inglés?

Penitenciagite!! Penitenciagite!! ¡¡El fin del mundo se acerca!!

Desde el principio de la crisis han desaparecido empresas grandes y pequeñas, sobre todo pequeñas, más de 200.000. Ya no existen Spanair ni Marsans, se han disuelto como un azucarillo decenas de cajas, agonizan empresas, como Pescanova y Prisa, que parecían eternas. Mercadona y Alcampo, por su parte, han llenado sus expositores de marcas blancas y Ersatz, de colonias en dosis de 50 ml. Pasear por La Loma resulta desolador: han tapiado los locales de las tiendas que se han marchado, como si nunca hubieran estado allí, como si fueran la biblioteca de quimeras de Alonso Quijano.

Sin embargo, en el centro de las grandes ciudades seguían erguidos los sólidos alcázares verdes de El Corte Inglés: parecía que lo resistirían todo. Pues no. Nada es eterno. El Corte Inglés ha iniciado el proceso de reordenación de su deuda. Comienzan a escucharse tambores, tambores en lo profundo. Como le dijeron a Groucho Marx: The jig is up! 

Mire los muros de la patria mía...