sábado, 25 de mayo de 2013

Capriles Radonski, desenmascarado

Está claro que la perfidia de los opositores no tiene fin. La República Bolivariana ha sufrido en los últimos tiempos un doble sabotaje, político y de alimentos, que el camarada Maduro está combatiendo con éxito. Los últimos días, los centros comerciales se han quedado sin papel higiénico. Sí, como ha señalado el camarada Eljuri, las verídicas estadísticas oficiales muestran que los venezolanos comen cada vez mejor y eso quizá explique la escasez. En cualquier caso, un militante del PSUV, arriesgando su integridad, pudo acceder a la casa del malévolo Capriles Radonski y obtuvo una significativa foto de su cuarto de baño. ¿Cuándo dejaremos de ser tan pusilánimes con los enemigos de la patria y comprenderemos que el único sitio de los saboteadores es la cárcel...?


Fuera de bromas, ¿dónde demonios acaban los 125.000 millones de dólares que Venezuela ingresa cada año por venta de petróleo? ¿El socialismo bolivariano no es sino otra forma de llamar al despilfarro venezolano? ¿Ese es el bienestar del que alardea el gobierno venezolano?