Anoche, después de todo el día alejado de los periódicos digitales, leí la noticia un tanto sorprendido: Antonio Jiménez, nuestro paisano giennense, abandonaba Intereconomía y fichaba por 13TV. El duo formado por Público y laSexta duró casi todo el zapaterismo, todavía da sus últimas boqueadas, pero La Gazeta e Intereconomía apenas han sobrevivido un año de rajoyismo.
Debo reconocer que, entre semana, sólo veo las noticias del mediodía, y más que nada porque me gusta la presentadora. Mi último Gato al agua fue aquel vergonzoso programa en que se defendía la gestión de Ruiz Mateos y se prometía a los inversores que sus participaciones en Nueva Rumasa estaban garantizadas. Ya para entonces me resultaban insoportables algunos tertulianos, especialmente Mario Conde, los ex ministros socialistas.
Desde luego, han quedado momentos antológicos en El Gato al Agua. Recuerdo especialmente esa cámara oculta a un asesor de la Diputación de Almería que admitía que sólo asesoraba la caña de cerveza: supongo que no entra en la categoría de golfos de los que hablaba ayer Óscar López.
No voy a hacer leña del árbol caído. Sólo puedo decir que entre la derecha liberal y la cristianodemócrata, prefiero esta última, de la misma manera que me gusta más la socialdemocracia que el deleznable socialismo zapaterista.
Y siempre queda, eso espero, Más se perdió en Cuba.
