sábado, 19 de enero de 2013

Bárcenas

¿Acaso cree el que escribió esto que los políticos utilizan billetes de 5 euros?

Ayer fue el día de Bárcenas, es decir, el día en que Bárcenas decidió encender el ventilador, arrojar una cubeta de substancia marrón a la cara de los primates del PP, amenazar, avisar de que le dejen disfrutar en  paz de su bien ganada riqueza: 22 millones de euros, 4.000 millones de pesetas. Es indecente. Pero, vamos, Bárcenas puede estar tranquilo: conseguirá que Rajoy se amilane, como suele sucederle, o le tocará un juez afín o comenzará a poner recursos o será perdonado por el ministro de Gracia. 

Hay un hecho que nadie suele analizar en los casos de corrupción. Bárcenas, Mas, los Pujol, los erianos andaluces no sienten que hayan hecho nada mal. Se consideran por encima de la ley y de la moral. Como políticos, hubieran debido ser servidores públicos, pero más bien entendían que debían servirse de lo público para enriquecerse. Hay una frase apócrifamente atribuida a Eduardo Zaplana ("Yo estoy en política para forrarme"), que tienen interiorizada muchos políticos, políticos que cobran comisiones del 3 y del 5 %, que reciben sobres, trajes y otros regalos, pero también políticos que cobran sueldos desproporcionados, que reciben complementos que no tienen que declarar, que viajan gratis, que disfrutan de coche oficial y teléfono sin límite de gastos.

Quizá todo el asunto de Bárcenas llegue a ser positivo. Según El País, Rajoy fue uno de los que recibió sobrecitos. Con un poco de suerte se verá obligado a dimitir.