domingo, 9 de diciembre de 2012

¿Arde Nueva York?



¿Un terrorista shií que se entrevista con Sadam Husein (laico de origen sunní) y que después trama un plan con Osama bin Laden (wahabí)? El inicio del libro me pareció horroroso. Después, poco a poco, me acabé perdiendo en la trama: terroristas palestinos que en vez de secuestrar un avión secuestran toda una ciudad. Se plantea un curioso dilema: ¿qué pasa cuando los terroristas comienzan a defender algo con lo que todo el mundo está de acuerdo?

Imad Mugnieh
Era un libanés de confesión chiíta, de cuarenta y tres años, hijo de palestinos refugiados en el Líbano. Hasta el 11 de setiembre de 2001, Imad Mugnieh había sido el líder terrorista más buscado por la CÍA. Los sesenta y tres muertos de la embajada estadounidense en Beirut en 1983, los doscientos cuarenta y un marines y los cincuenta y ocho legionarios franceses despedazados seis meses más tarde en sus cuarteles libaneses, las ciento catorce víctimas de la explosión suicida de la embajada de Israel en 1992 y del centro de la comunidad judía de Buenos Aires en 1994, los diecinueve aviadores norteamericanos de las Torres Khobar de Arabia Saudí, todas esas matanzas eran obra de este barbudo endeble de sonrisa tímida.


Chantaje
Hay que elegir un objetivo que podamos alcanzar. Supongamos, por ejemplo, que les decimos: "Nuestra bomba atómica explotará en Nueva York, o en Washington, o en Chicago, dentro de cinco días, a menos que en ese plazo hayan podido obligar a sus aliados israelíes a comprometerse delante de todo el mundo a retirarse de los asentamientos ilegales que han instalado en la tierra arrancada a nuestros hermanos palestinos en 1967." -Mugnieh se irguió para intentar descifrar una primera reacción en las miradas y luego continuó-: Éste es un objetivo que podemos alcanzar. El mundo entero, incluido el pueblo estadounidense, es consciente de la terrible injusticia que esas colonias representan. El mundo entero, salvo un puñado de fanáticos en Israel, apoyará nuestra reivindicación. Y si cinco o seis millones de estadounidenses mueren, será culpa de los israelíes, no nuestra.