El pobre Montoro siempre está intentando cobrar un poco más a los más ricos, lo que resulta bastante complicado: que los millonarios paguen impuestos es tan difícil como tratar de coger gelatina con la mano. Quiero presentarle, pues, mi modesta propuesta: debería establecer un impuesto sobre las ventanas. Hace años existía en Gran Bretaña (Window Tax) y Francia (Impôt sur les fenêtres). De este impuesto no podrán librarse. Desde luego, también tendrían que pagarlo las superficies comerciales. ¡Esos edificios de El Corte Inglés que son todo ventanas! Los pobres, los obreros, encerrados en sus colmenas suburbiales, apenas tendrán que preocuparse.
¿Se atreverá Montoro?
