Lo más divertido de la presencia de Griñán en la campaña gallega no es que Vázquez, el fraudulento candidato del PSdeG, acusara a Feijoo de ocultar el déficit, ¡delante de un ocultador de déficit!, sino que nuestro sultán siguiera con esa tontería del federalismo cooperativo. Ayer un amigo me expresó su temor de que los socialistas andaluces, siempre empeñados en proporcionar una cobertura a los nacionalistas catalanes, proclamaran la secesión al mismo tiempo que Cataluña. La independencia de Cataluña sería un desastre para España... y para Cataluña. La independencia de Andalucía nos convertiría en un país de chiste, con un tercio de población activa en paro y una economía que de subvencionada pasaría a pordiosera.
Por cierto, los periodistas áulicos (El País, la SER...) están ahora en la defensa de ese federalismo asimétrico del que habló Cebrián hace unas semanas en un artículo muy comentado. Ayer, en la tertulia de A vivir que son dos días, una corresponsal alemana dijo que no entendía muy bien eso del federalismo asimétrico. El federalismo o es simétrico o no es nada: todas las regiones deben tener los mismos derechos y obligaciones; una situación como la del País Vasco o Navarra es impensable en Alemania. El moderador, Javier del Pino, pasó rápidamente a otro asunto.
