martes, 12 de noviembre de 2013

Colosenses 3, 18


Me ha causado sorpresa que algunos pretendan prohibir un libro que ha editado la editorial del Arzobispado de Granada, Cásate y sé sumisa. No tengo ni idea de qué trata el libro. De lo que estoy seguro es de que se trata de un tostón que nadie conocería (ni leería) si no fuera por que alguien ha decidido en la buena tradición totalitaria que debe ser prohibido. Se supone que también debería ser prohibido el libro del que está sacado el título y retiradas las estatuas del autor de esas palabras. La misoginia de Pablo de Tarso va a seguir haciendo daño a la Iglesia hasta el final de los tiempos. Me temo que en su casa no era él el que mandaba; hasta es posible que no dejara de viajar para alejarse de su mujer. 

Algunos no entienden muy bien lo que significa la democracia. Creen que consiste en prohibir lo que está en contra de su opinión o amenazar e insultar a los que no piensan como ellos, incluso en el parlamento.  No sé por qué se preocupan estos señores. Después de todo, los logsianos que ellos han criado no van a leer este libro.