jueves, 26 de junio de 2014

Renovarse o volver a fracasar


El fiasco, el ridículo de la Selección Española en el Campeonato del Mundo de Brasil no debería dejarse pasar. No ha sido un accidente, sino un fracaso sin paliativos. Algunos jugadores han rendido muy por debajo de sus posibilidades, llegando algunos a descartarse en la alineación o a fingir lesiones. El entrenador tampoco lo ha hecho demasiado bien. Cuando llegó en 2008, se encontró con un equipo hecho, con un estilo de juego que ha tratado de seguir desde entonces. El error de Del Bosque ha sido creer que los jugadores son eternos. Se ha empeñado en alinear a un portero que ni siquiera es titular en su club, mientras que, en el decisivo partido contra Chile, se dio el lujo de mantener a Xavi, el verdadero líder del equipo, en el banquillo. Ahora, el entrenador quiere seguir: ¡aquí no dimite (casi) nadie!

El fracaso no es sólo de estos 23 jugadores, sino de todo el fútbol español. En 2007, poco más de 80 futbolistas españoles jugaban en ligas extranjeras; hoy son más de 200, en todas las categorías y en todos los continentes. La catástrofe de Brasil hará que cientos de jugadores lo tengan ahora más difícil para ser contratados por equipos extranjeros, que decenas de entrenadores acaben regresando a España. La Selección Española es el escaparate del fútbol español y en Brasil lo que España ha mostrado da pena.

Hay que renovarse, si el fútbol español no quiere regresar a la obscuridad pasada.