Ana Outerelo, Tamara Vidal, Carlos Rivas y Serafín Rodríguez han elegido un mal día para pedir el indulto. Hace unos años, durante una huelga, participaron en diversos incidentes por los que fueron condenados a penas de prisión. Hoy se han manifestado para pedir el indulto, el mismo día en que los sindicatos del taxi de Madrid y Barcelona han mostrado, una vez más, todo hay que decirlo, la curiosa manera que tienen de interpretar el artículo 28 de la Constitución: unos salvajes se han dedicado a destrozar los vehículos de taxistas que no querían ponerse en huelga. Los huelguistas querrán, supongo, que sus acciones no sean consideradas delito o que se les aplique el indulto cuando reciban una hipotética condena por su comportamiento.
