lunes, 2 de abril de 2012

Sociotopía española



A veces pienso que, para algunos, España es un país que surgió de la nada en abril de 1931, o acaso en diciembre de 1982, un país sin historia, de fronteras arbitrarias, como uno de esos nuevos Estados africanos que lograron su independencia en los años 60, países sin tradición, sin lengua común. Eso es lo que desde la izquierda se ha tratado de pensar, de imponer. Se ha tratado de justificar la existencia de España como un país de experimentación social: el matrimonio de los homosexuales, los derechos de los transexuales, el divorcio exprés, el aborto... Incluso, como una ironía de la historia, si durante el franquismo España era considerada como una especie de faro de Occidente, como el único país donde se preservaban los principios y valores tradicionales, las izquierdas han querido convertir España en la adelantada del futuro.

Este libro, La nación inventada, de los Escolar, padre e hijo, no es sino un intento de echar por tierra lo poco de continuidad que desde la antigüedad ha tenido la historia de España, de la nación española: Castilla, hilo que une la Hispania visigoda con el Imperio hispánico de los Austrias; Castilla, cuna del idioma más hablado en la península, lengua de comunicación entre sus habitantes.