lunes, 9 de abril de 2012

El déficit andaluz



Esta vez, la palabra déficit no se refiere a las carencias que sufre Andalucía, que ha venido sufriendo desde mediados del siglo XIX, no: el déficit del que quiero hablar es el que preocupa en España y en la Unión Europea desde 2010.

En enero, el presidente de la Junta cifró el déficit de Andalucía en un 1,4 %. Al día siguiente, ¡al día siguiente!, su consejera de Economía lo elevó al 3,2 %. Desde luego no pasó nada, aquí en Andalucía nunca pasa nada.

También en enero, se comenzó a hablar de las facturas impagadas de la Junta de Andalucía, por un importe de 3.000 millones de euros. Luego se dijo que la cifra podía ser superior. Arenas, durante la campaña, se quejó de que no es que los socialistas fueran a dejar los cajones vacíos, no: es que iban a estar llenos de facturas impagadas.

Ahora, el PSOE e IU podrán gobernar en coalición, y serán los socialistas los que tendrán que preocuparse de pagar las facturas de los años anteriores. Y saben que eso es imposible: la Junta debe cientos de millones, miles de millones de euros.

Pero bueno, en Madrid gobierna un partido de derechas al que siempre se le puede echar la culpa. Ya han empezado a echarle la culpa: la portavoz del PSOE, la consejera de Presidencia, distintos dirigentes socialistas han manifestado que los presupuestos de Montoro pisotean el nuevo Estatuto, que establece que la inversión del Estado en Andalucía debe ser equivalente a su peso poblacional, un 17,8 %. Según los socialistas, el Estado sólo destinará a Andalucía el 14,6 % del total.

En fin, la situación se presenta difícil. Se solía decir que los gobiernos de coalición provocan déficit, de decía de los gobiernos belgas, y ahora Andalucía se ve abocada a un gobierno de coalición que pretende mantener los gastos en niveles de tiempos anteriores a la crisis pero en un contexto nacional y comunitario de lucha contra el déficit.