domingo, 12 de enero de 2014

The Descent y la luz al final del túnel


Tendemos a creer las buenas noticias. Quizá sea nuestra naturaleza. Hace un mes, el inane Rajoy dijo que ya se veía "luz al final del túnel" y quisimos creerle. Ya se sabe que no hay mal que cien años dure. Pero, ay, esta semana hemos sabido que el PP ha subido otra vez las cotizaciones sociales y que pretende tocar el IVA. Ayer, el magnífico Graciano Palomo se preguntaba si un país iba a algún sitio pidiendo prestados 668 millones de euros diarios. Se acercan las elecciones europeas y, de la misma manera que en las anteriores Salgado se inventó aquello de los "brotes verdes", Rajoy comienza a hablar de "luz al final del túnel". Cada vez más España me está recordando el final de la película The Descent: la protagonista atisba el final del túnel, se arrastra a la superficie, se aleja del horror que habita las cuevas, se pone a salvo, regresa a la civilización y, entonces, abre los ojos.