martes, 27 de marzo de 2012

Parlamentario estúpido y electores estúpidos.


Decía Russell que la democracia tiene el mérito de que un parlamentario no puede ser más estúpido que sus electores, pues, cuanto más estúpido es el elegido, más estúpidos fueron los que le eligieron.

Hay que aclarar que, con esta afirmación, Russell sólo quería épater, no al burgués sino a su amigo Sidney Webb, gran defensor del sistema democrático, como por otra parte lo era él mismo. Una muestra del humor inglés, que no perdona nada. Sin embargo, uno tiende a pensar que Russell estaba diciendo las verdades del bufón.