En la China maoísta, la jerarquía de cada funcionario del Partido dependía del número de bolígrafos que llevara en el bolsillo de la camisa: uno, dos..., veinte. Aquí, en la sociotopía andaluza, del número de micrófonos de Canal Sur. A la presidenta le corresponden cinco; al vicepresidente, sólo cuatro.
Por cierto, hoy me ha dado antojo de comer alcachofas. Ya veremos si le echaré jamón o chorizo. En cualquier caso, utilizaré deliciosas alcachofas bedmareñas que, espero, consigan hacerme olvidar otras que resultan repugnantes.